Lentes de contacto
Recomendaciones para el uso correcto de lentes de contacto
Los lentes de contacto (LDC) son una maravillosa ayuda visual para muchos pacientes. Los hay de tipo blandos, semirrígidos y esclerales principalmente. También para corregir miopía, hipermetropía y son principalmente útiles para astigmatismos irregulares como en pacientes con queratocono. Existen también LDC multifocales para corregir la presbicia y hasta cosméticos para cambiar el color del iris. Cuando son utilizados responsablemente el riesgo de infección es muy bajo, pero siempre esta presente ya que son un cuerpo extraño contactando el ojo.
Los gérmenes rara vez pueden penetrar e infectar una córnea sana y necesitan de una superficie dañada o algo que les ayude, como un LDC, para que puedan producir una queratitis o infección de la córnea. Los usuarios de LDC tienen en general un riesgo relativo de entre 65 a 80 veces mayor de adquirir una infección corneal1. Este riesgo disminuye cuando no se utiliza por la noche, cuando se utilizan lentes blandos desechables o semirrígidos. El uso nocturno está asociado con 5 veces más riesgo de infección por lo que jamás debe usarse un LDC durante la noche sin importar el tipo de material, a no ser que sea por estricta indicación médica oftalmológica. Otros factores de riesgo modificables para queratitis asociadas al uso de LDC son: uso extendido (más de 6-8 horas) y de todos días (6 veces más que usarlos por menos tiempo), adquisición del lente sin controles médicos (5 veces más riesgo que cuando el paciente se controla con un oftalmólogo), poco higiene del estuche de los lentes (4 veces más que en aquellos pacientes que renuevan el estuche todos los meses), fumar (2,5 veces más riesgo comparado con no fumadores) y poca higiene de manos previo a manipularlos (casi el doble de riesgo de queratitis)2.
¿Por qué hay mayor riesgo de queratitis con el uso de LDC? La respuesta es por la formación de biofilms o adhesión de microrganismos al material del LDC (55% de las queratitis) y del estuche (85%), independientemente del nivel de higiene y del cuidado del paciente. Los biofilms (imagen 1) hacen a las bacterias aproximadamente más de 200 veces más resistentes que en su estado libre y muchos de las soluciones de limpieza para LDC son inofensivas contra biofilms. Otros factores como la hipoxia corneal o disminución del oxigeno que producen los LDC, alteraciones de los mecanismos de defensa normales de la superficie ocular y factores genéticos individuales para tener una infección no están del todo claro.
Las queratitis en usuarios de LDC son generalmente producidas por gérmenes más agresivos de lo normal, como psuedomonas o acanthamoeba. Estos producen infecciones mucho mas severas y cuyo tratamiento tiende a ser prolongado dejando cicatrices y secuelas visuales que no permiten al paciente volver a tener una visión normal si no es mediante un trasplante corneal (imagen 2).
¿Cuáles son los síntomas de una infección y qué debo hacer?
Si presenta síntomas como dolor o incomodidad con el uso del lente de contacto debe retirárselo de inmediato y lavarlo. Si la molestia no mejora y se acompaña de enrojecimiento del ojo, sensibilidad a la luz y visión borrosa, debe sacarse el lente de contacto y acudir de urgencia a visitar a un oftalmólogo, llevando el lente de contacto, el estuche y la solución limpiadora ya que posiblemente se utilicen para obtener muestras de cultivo y así saber que organismo es el causante de la infección y su sensibilidad a los antibióticos.
¿Cómo se trata una infección asociada a lentes de contacto? La mayoría de las queratitis o infecciones de la cornea asociadas al uso de lentes de contacto son por bacterias. En general, son gérmenes más agresivos de lo común y necesitan de antibióticos potentes y del uso frecuente (cada hora) de ellos. La mayoría de las veces responden bien al tratamiento en un par de semanas. Si la lesión en la córnea (ulcera corneal) es grande, se recomienda tomar muestras las cuales se obtienen mediante el raspado con una aguja previa anestesia del ojo por lo que no duele. Estas muestras deben enviarse junto con el estuche y la solución limpiadora, a un laboratorio para que se cultiven y se pueda determinar el organismo y su sensibilidad a los antibióticos. Otras veces, y en especial cuando el LDC ha estado en contacto con agua de la llave o de una piscina o lago (al bañarse por ejemplo o ponerse los lentes de contacto con las manos mojadas) hay riesgo de infección por acanthamoeba el cual es un parásito muy agresivo y difícil de erradicar que produce una infección terrible en la córnea. Este parásito se enquista lo que dificulta que el tratamiento sea efectivo y se debe continuar por varias semanas. Muchas veces tras la recuperación de esta infección, que siempre debe ser sospechada en un usuario de lente de contacto, queda una cicatriz corneal que produce mala visión y que debe ser corregida con lentes de contacto rígidos o cirugía.

Imagen 1. Microfotografía de un biofilm.

Imagen 2. Paciente usuario de LDC con infección corneal extrema y perforación requiriendo del uso de pegamento.
¿Qué se puede hacer para prevenir una infección corneal asociada a lentes de contacto?
- Nunca usarlos al dormir por la noche, aun que digan lo contrario quienes los vendan. No existen LDC de uso extendido sin riesgo.
- Disminuir la cantidad de gérmenes en el LDC usando desechables y en el estuche recambiándolo una vez al mes en el caso de que no pueda usar desechables.
- No exponerse a agua contaminada, como la de la llave. Nunca tomar una ducha o nadar en piscinas, lagos o en el mar con sus lentes de contacto puestos. Lavarse y secarse bien las manos antes de manipular el LDC y por supuesto, NUNCA LAVAR EL LDC CON AGUA DE LA LLAVE, solo con una solución limpiadora adecuada.
Otras complicaciones que pueden producir los lentes de contacto en el ojo son:
Conjuntivitis alérgica, ptosis o caída de un párpado, aumento de los vasos sanguíneos corneales y ojo seco.

Imagen 3. Vascularización corneal superior en el caso de sobre uso de lentes de contacto.

Imagen 4. Papilas gigantes por debajo del párpado superior en paciente usuario de lentes de contacto.
¿Pueden los niños usar lentes de contacto? La respuesta es sí, pero va a depender del cuidado que los padres tengan con el uso de LDC en el menor y de lo responsable y cuidadoso que el niño sea para mantener todas las medidas de higiene y cuidado recomendadas.
¿Puedo usar gotas con los lentes de contacto puesto? En el caso de lentes semirrígidos se puede usar cualquier tipo de gota. Con lentes blandos debe usar gotas libres de preservantes solamente y en el caso de lentes esclerales, estos no permiten el paso del medicamento hacia la córnea por lo que se recomienda no aplicar medicamentos con ellos puestos. El uso de ungüentos no es recomendable con lentes de contacto.
¿Debo sacarme los lentes de contacto para realizarme exámenes oftalmológicos? La mayoría de las veces sí, sobre todo si estos exámenes son para cirugía de catarata o refractiva como tomografía corneal, aberrometría y IOL máster. Se recomienda un período de 1 semana para lentes blandos y de 2 semanas para LDC semirrígidos. Otros exámenes como campo visual, OCT de nervio óptico o retina no tienen contraindicaciones de uso de LDC. Se recomienda siempre preguntar a su médico o tecnólogo en caso de cualquier duda.
Sugerencias para poner y sacarse los LDC de Moorfields Eye Hospital.
Ponérselos
- Lávese las manos con agua y jabón y séqueselas bien antes de manipular el lente de contacto.
- Remueva el LDC de su estuche y revise que no este dañado principalmente en los bordes. Revise también que no este invertido y tenga la forma correcta (Imagen 5)
- En el caso de LDC no desechables, límpielos con la solución adecuada antes de utilizarlos.
- Ponga el LDC en su dedo índice de su mano hábil y con los otros dedos de la misma mano empuje el párpado inferior.
- Con los dedos de la otra mano, levante el párpado superior y trate de mantenerlo abierto sin pestañar (imagen 6).
- Aplique el LDC contra el ojo mientras mantiene los párpados abiertos.
- Una vez que el LDC se encuentra en el ojo, cierre lentamente los párpados y pestañee varias veces para que este se acomode bien.
- Limpie el estuche y recuerde cambiarlo cada mes.

Imagen 5. Inspección del lente de contacto sobre el pulpejo del dedo.

Imagen 6. Manteniendo los párpados abiertos con ambas manos, ponga el LDC en en su dedo índice dominante y aplíquelo suavemente sobre el ojo.
Sacárselos
- Lávese las manos con agua y jabón y séqueselas bien antes de manipular el lente de contacto.
- Mantenga el mentón hacia abajo y la mirada al frente.
- Baje el párpado inferior con su dedo medio de una mano.
- Con el dedo índice de la misma mano, empuje el LDC hacia la parte blanca del ojo (imagen 7).
- Para remover el lente, suavemente pellizque el lente con su dedo índice y el pulgar de la misma mano NUNCA utilizando las uñas.
- En el caso de lentes rígidos, la manera de removerlos puede variar…
- En caso de no ser un lente desechable, límpielo con la solución indicada antes de depositarlo en el estuche.
En el caso de LDC semirrígidos, para removerlos se recomienda
- Lávese las manos con agua y jabón y séqueselas bien antes de manipular el lente de contacto.
- Mire derecho al frente y presione el borde del párpado inferior contra el ojo por debajo del LDC.
- Levante su párpado superior por sobre el LDC y empújelo hacia abajo hasta que el ojo se cierre. Esto permitirá que el lente se salga y descanse entre las pestañas (imagen 8).
Otro método para LDC semirrígidos es
- Mire al frente con los ojos lo más abiertos posible.
- Ponga su dedo índice en la esquina del ojo hacia la oreja y tire sus párpados hacia la oreja traccionándolos (imagen 9).
- Pestañee y esto hará que el lente de contacto se salga.
Si ambos métodos no le son efectivos, puede probar con una gomita de succión (ventosa) la cual debe estar mojada y lavada previamente con solución limpiadora, para luego ponerla sobre el LDC y presionar gentilmente para que este se adhiera. Luego tire suavemente y el lente debería salir pegado a la ventosa y se debe deslizar para soltarlo (imagen 10).

Imagen 7. Abriendo los párpados y mirando arriba, empuje el lente hacia la parte blanca inferior del ojo y pellizquelo para retirarlo.

Imagen 8. Para remover LDC rígidos, se recomienda presionar el LDC a través de los párpados para que este salga.

Imagen 9. También para LDC rígidos puede tirar hacia la oreja ambos párpados con su dedo y luego pestañar para que el lente caiga.

Imagen 10. El uso de una ventosa también ayuda a remover LDC rígidos.
Limpieza de los LDC y del estuche.
- Lávese las manos con agua y jabón y séqueselas bien antes de manipular el lente de contacto.
- Ponga el LDC en la palma de su mano y vierta un par de gotas de la solución limpiadora en el lente.
- Refriegue el LDC firmemente con el pulpejo (parte blanda) del dedo meñique de su otra mano por aproximadamente 30 segundos, luego de vuelta el lente y repita la limpieza.
- Luego de limpiarlo, enjuáguelo con solución limpiadora y deposítelo en el estuche el cual debe estar lleno con solución fresca que se debe cambiar diariamente.
- Una vez que se haya puesto el LDC, elimine el líquido y limpie el estuche con solución limpiadora (nunca con agua de la llave) dejándolo secar boca abajo. Reemplace el estuche por uno nuevo a lo menos una vez al mes.
Un LDC no puede irse hacia atrás del ojo gracias a la conjuntiva que se une a los párpados. Si no encuentra un LDC, es posible que se haya caído o que este debajo del párpado superior.
Se recomienda aplicarse el maquillaje después de haberse puesto el LDC y quitarse el maquillaje una vez removido el LDC.
Un usuario de lente de contacto debe acudir a controles oftalmológicos frecuentemente ya que como se ha mencionado anteriormente, el no hacerlo es un factor de riesgo para desarrollar infecciones.
Referencias
Dart, J.K., F. Stapleton, and D. Minassian, Contact lenses and other risk factors in microbial keratitis. Lancet, 1991. 338(8768): p. 650-3.
Stapleton, F., et al., The epidemiology of microbial keratitis with silicone hydrogel contact lenses. Eye Contact Lens, 2013. 39(1): p. 79-85
